La dimensión institucional de la Extensión Rural en la Región Sur Latinoamericana
Ing. Julio Cesar Catullo
Coordinador Nacional de Transferencia y Extensión - INTA
Fuente: http://bit.ly/meUNnV
“Con la institucionalidad del siglo XX no podemos enfrentar los retos del siglo XXI”
Presidente Lula Da Silva 2009
Presidente Lula Da Silva 2009
Introducción
Los procesos de modernización y aumento de la productividad del sector agropecuario, agroalimentario y agroindustrial han generado múltiples oportunidades vinculadas con lo tecnológico, económico y comercial. Sin embargo, fue reducido su efecto sobre la equidad y la seguridad alimentaria, tanto urbana como rural.
En este sentido, actualmente experimentamos procesos globales de persistente o creciente exclusión social, a los que se suman la incertidumbre sobre el impacto ambiental de la sobreexplotación de los recursos naturales, y cuestionamientos ideológicos sobre la expectativa de crecimiento continuo de la producción y el consumo. En este marco, surgen desafíos para la institucionalidad de los sistemas de extensión rural de la región sur, que nos obligan a repensarla y reposicionarla.
Desafíos (1)
Crisis mundial energética, medio ambiental, alimentaria, financiera
Las tendencias financieras económicas y tecnológicas de las últimas décadas generaron avances pero también desequilibrios a nivel global, que finalmente desencadenaron en una situación internacional de crisis alimentaria, energética, ambiental y social.
La crisis se ha expandido a muchos países, sin diferenciar ricos y pobres, por impulso de la globalización y su impacto sobre la población y sobre el ambiente es aun desconocido.
Interdependencia de todos los países en la producción de alimentos
El efecto de la globalización nos obliga a trabajar de forma articulada entre los países tanto a nivel público como privado. Los marcos supranacionales ofrecen la posibilidad de fortalecer plataformas que potencien las sinergias que ofrecen las redes y en este sentido el cono sur posee amplias ventajas.
La seguridad alimentaria: un problema prioritario
A partir de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, convocada por la FAO, la seguridad alimentaria se vincula con la posibilidad de que todas las personas puedan lograr una alimentación suficiente en términos de calidad y cantidad. Asimismo, se ha definido como un derecho que debe ser protegido tanto por los gobiernos como por la comunidad internacional. En la actualidad cerca de 1000 millones de personas padecen hambre en el mundo. (2)
Persistencia de la pobreza rural que excede el ámbito agropecuario
La polarización en la distribución de los ingresos y el desequilibrio regional y territorial de la distribución de la producción y los excedentes, genera asimetrías entre y dentro de los territorios. El acceso a los recursos (tierra y agua) y el desplazamiento de actividades productivas peri urbanas de las grandes ciudades, por el aumento del valor inmobiliario de la tierra, siguen provocado la expulsión de sus pobladores y pequeños productores. Su erradicación requiere una perspectiva territorial y la integración de todas las políticas públicas de manera coordinada.
Los cambios en la estructura agraria, con concentración de propiedad y tenencia. Nuevos actores en los territorios.
La producción agropecuaria ha adoptado formas complejas, más concentradas, y muy dependientes de la utilización de capital y tecnologías sofisticadas. En este sentido, surgen nuevos actores en los territorios que tienen como objetivo principal la búsqueda de rentabilidad. La concentración afecta la competitividad y transparencia de los mercados al interior de la cadena productiva y sugiere una defectuosa formación de precios y una distribución inequitativa de los excedentes económicos entre los distintos agentes que intervienen.
Uso de los recursos naturales: calentamiento global, contaminación, acceso a la tierra y agua, deterioro de los suelos, tala de bosques.
El crecimiento de la producción mundial de alimentos se apoyó en la innovación tecnológica y la expansión de la frontera agrícola. Sin embargo, existe en la actualidad una fuerte atención sobre los mecanismos para producir de manera sustentable.
Restricciones a determinadas formas de producción, buenas prácticas agrícolas, certificación, ordenamiento territorial son algunos de los temas de la nueva agenda en investigación agrícola.
La evidencia de las experiencias presentadas en el III Foro europeo de Desarrollo rural es que la agricultura ecológicamente eficiente en muchos sistemas productivos puede llegar a tener mejores rendimientos que la agricultura llevada a cabo con prácticas “convencionales”.
El cambio climático agrega un factor adicional a la limitada disponibilidad de recursos naturales agrícolas y a la incertidumbre sobre su capacidad productiva.
La competitividad de la agricultura familiar
La creciente volatilidad de los precios en el mercado internacional, la concentración económica de la producción primaria y en la agroindustria, y la globalización de la tecnología con apropiación privada, son aspectos que crean crecientes dificultades a la competitividad de la agricultura familiar. En este sentido, resulta indispensable implementar marcos normativos y políticas públicas que, promuevan y apoyen la agricultura familiar y aseguren la transparencia de los mercados y la generación de oportunidades de las distintas formas de producción.
El agregado de valor
En muchos de nuestros países es imperioso agregar valor a nuestras producciones, mejorando el nivel de ingresos, generando oportunidades de trabajo y poniendo en valor la identidad territorial.
Los enfoques emergentes
Las propuestas conceptuales y metodológicas que orientan la acción transformadora de una sociedad evolucionan cuando tienen la capacidad de dar respuesta a los principales desafíos de cada época.
En este sentido, los sistemas de extensión de la región sur comienzan a incorporar nuevos enfoques que posibilitan revisar su contribución a la transformación y de qué manera se interviene: el desarrollo territorial, el cambio (la innovación) comprendido como una trama socio técnica, y el pensamiento complejo.
El desarrollo territorial incorpora al entorno en la gestión del cambio. Procura fortalecer las capacidades locales y aprovechar los recursos propios y externos para consolidar la trama socioinstitucional y el sistema económico-productivo local. (3)
En este concepto el territorio se transforma en objeto de la política, integrando la multidimensionalidad , la intersectorialidad y las relaciones entre lo rural y lo urbano.
El desarrollo territorial requiere integrar la transformación tecno-productiva (impulsada por las innovaciones tecnológicas) y el desarrollo institucional (sustentado por las innovaciones institucionales), partiendo de la acción mancomunada de la investigación y la extensión rural en sistemas de innovación, contribuyendo a la construcción de una visión y estrategia común del desarrollo. (4)
Vinculada con este enfoque, la innovación puede ser entendida como un proceso horizontal donde se modifican prácticas, que surge como resultado de interacciones sociales y toma en cuenta las experiencias previas de los actores. (5) Las opciones preferidas pasan a ser aquellas para las cuales el contexto es la referencia máxima, la interacción es la estrategia preferencial y la ética es el garante del compromiso con la sustentabilidad de todas las formas y modos de vida. El conocimiento significativo es generado y apropiado en el contexto de su aplicación, y la innovación relevante emerge de procesos de interacción social, con la participación de aquellos que la necesitan y serán por ella impactados. (6)
La innovación es el proceso de crear y aplicar conocimientos provenientes de diferentes fuentes. El proceso de innovación va más allá de la creación de conocimiento y tecnologías ya que incluye su utilización. La innovación es el resultado de un proceso colectivo donde diversos actores interaccionan y producen conocimiento para la acción.
En tanto, el pensamiento complejo implica -para nuestro accionar en una realidad en permanente cambio- el reconocimiento de los múltiples aspectos de una problemática como marco para la planificación-acción. Aspira a un saber no parcelado, no dividido, pero reconoce lo inacabado e incompleto de todo conocimiento.
Estos enfoques comienzan a fortalecerse como marcos para la acción en virtud de una nueva agenda que imponen las problemáticas más sentidas de las comunidades y territorios. Implementarlos en nuestras organizaciones, a través de procesos de generación de institucionalidad, resulta uno de los desafíos más relevantes para los sistemas de extensión de la región sur.
Uno de los desafíos más importantes que se plantea es como favorecer modelos que maximicen los efectos positivos sobre la economía territorial, rompiendo la dicotomía entre empresarios y campesinos, ricos y pobres.
La revisión de la institucionalidad y las organizaciones a la luz de los enfoques emergentes.
“la provisión de bienes públicos en la agricultura y el desarrollo rural siguen siendo una función indelegable del estado…. que tiene que volverse a retomar con fuerza, especialmente en tiempos de crisis global como la actual…” (7).
La actual institucionalidad agropecuaria es el producto de los procesos históricos vividos en Latinoamérica y a pesar de las naturales diferencias en cada uno de nuestros países, existieron ciertas uniformidades que, a partir de los 80, fueron desmantelando y debilitando dicha institucionalidad. Afortunadamente en la actualidad comienza a revertirse ese panorama, a partir de decisiones políticas de cada uno de los estados del cono sur.
El estado tiene un rol primario en la generación de institucionalidad y a través de políticas publicas alcanzar los fines socialmente legitimados. En este sentido se reconoce la necesidad de alcanzar procesos de gobernanza, entendidos como la capacidad de alcanzar acuerdos, y convergencias entre redes diversas de actores sociales que tienen intereses diferentes.
El rol de los sistemas de extensión
Sobre la base de los desafíos del contexto actual y de los enfoques conceptuales emergentes, la extensión rural debe asumir un nuevo significado: actuar como promotora de la acción colectiva a través de plataformas de conocimientos, aprendizaje y coordinación que faciliten la transformación de las innovaciones en procesos de desarrollo regional y territorial.
En esta línea, la extensión rural debe contribuir a fortalecer las capacidades de los actores económicos y sociales procurando que la innovación se contextualice y comprometa con los logros del desarrollo, de ese modo, se aspira a construir entre todos los actores una nueva institucionalidad. (8)
¿Cuál es el marco institucional necesario para impulsar el nuevo rol de la extensión?
Bajo esta visión del rol de los sistemas de extensión, es necesaria una nueva institucionalidad que facilite los procesos de innovación para el desarrollo territorial, entendida como los sistemas de reglas formales y no formales que condicionan el accionar de las organizaciones.
Una institucionalidad que incentive el trabajo en red para la organización y gestión de cadenas de valor, agro-ecosistemas y territorios. Esto constituye una de las principales misiones de la extensión rural, en articulación con la investigación como parte del ciclo de innovación.
En el entramado de organizaciones vinculadas a lo rural (organizaciones, escuelas, municipios, asociaciones, cámaras, etc.) existe un marcado predominio de las organizaciones públicas y aun no se ha desarrollado la necesaria integración y capacidad de movilización y cooperación con las organizaciones no públicas y la sociedad civil. En este sentido, resulta necesario promover la dinamización de redes para el desarrollo, sistemas multicéntricos, que a través del intercambio entre sus integrantes y con otros sistemas, posibiliten la potenciación de los recursos y la creación de alternativas para la resolución de problemas.
¿Podremos impulsar transformaciones en nuestra forma de integrarnos, que contemplen los siguientes movimientos?
Cómo hacer para crear espacios para repensar los proceso de la institucionalidad pertinente a nuestra época?. Una institucionalidad que de respuesta a la velocidad y profundidad de los impactos que tendrán los nuevos escenarios del agro. Siguiendo el enfoque de trabajo en red, la propuesta hacia el interior de nuestras organizaciones es crear o fortalecer los espacios de intercambio y toma de decisiones que incluyan a los actores de un territorio comprometidos con las problemáticas del ámbito rural (consejos, comités, etc.). En estos espacios deben existir reglas consensuadas en cuanto a la representatividad de los diversos sectores de la comunidad, la regularidad de los encuentros, las formas de participación, los ámbitos de interacción con la investigación y la extensión, los mecanismos de circulación de la información para la toma de decisiones, los dispositivos para priorizar acciones y la implementación de proyectos, y los indicadores de seguimiento y evaluación.
Fundamentalmente, resulta necesaria una institucionalidad que defina marcos para la gestión conjunta de propuestas territoriales intersectoriales. En este sentido, el rol de nuestras organizaciones ya no es el de generar proyectos sujetos a revisión por parte de otras organizaciones (sean estas públicas o privadas), sino el de sumar capacidades en torno a proyectos conjuntos, que deberá incorporar figuras de organización novedosas para integrar recursos públicos y privados. De esta manera, los enfoques emergentes pueden concretarse en la gestión cotidiana.
La sistematización de nuestras experiencias organizacionales tendientes a la creación de una nueva institucionalidad resulta un instrumento de valor estratégico para crear plataformas nacionales e internacionales que faciliten el intercambio de información y conocimientos generados a partir de procesos colectivos de diseño de políticas públicas. En este sentido, las plataformas también deben funcionar a partir de reglas de cooperación formales que definan el rol y las funciones de cada una de las organizaciones que las integran, los criterios de toma de decisiones, las características de los espacios de acción conjunta y las oportunidades que brindan. Frente a los cambios permanentes en el entorno debemos, además, acordar claves de lectura flexibles que faciliten que nuestras respuestas se adecuen a la dinámica de las demandas sociales, económicas y políticas.
Finalmente, caben las siguientes preguntas:
¿Estamos preparados para implementar estos cambios institucionales?
¿Cuál es el punto de inicio?
¿Cómo nos organizamos para llevarlos a cabo?
Alcanzar acuerdos en este sentido permitirá profundizar en la configuración de los cambios institucionales que necesitamos para crecer.
Notas
(*) INTA EXPONE EN LA REGION PAMPEANA, Marcos Juárez, Argentina, abril de 2011(1) La institucionalidad agropecuaria en América Latina: estado actual y nuevos desafíos - Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación –FAO, 2010.
(2) III Foro Europeo de Desarrollo Rural , Palencia, España, 2011
(3) Documento Nº 1 del Programa Nacional de Apoyo al Desarrollo de los Territorios. El enfoque de desarrollo territorial. INTA
(4) Plataforma Regional Innovaciones Institucionales para el Desarrollo: documento conceptual y metodológico-PROCISUR
(5) Plan Estratégico Institucional 2005-2015. INTA
(6) Evaluación Externa del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). 2010
(7) Funciones de la institucionalidad publica. R Trejos y Tania Lopez
(8) Plataforma Regional Innovaciones Institucionales para el Desarrollo: documento conceptual y metodológico. PROCISUR.
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