UNA DÉCADA DE ORO PARA LA LECHE
Por Damián Morais
Los expertos sugieren que en los próximos años un número importante de mercados y países no serán capaces de solventar su demanda interna.
El brasileño Vicente Nogueira, presidente de Fepale -Federación Panamericana de Lechería-, siempre comenta que este sector productivo es el cementerio para los economistas. Ninguno consigue explicar nada que no sea el pasado. Es que los vaivenes que ha tenido este negocio han sido de montaña rusa. Pero, al parecer, el momento actual da para augurar un muy buen pasar para los próximos diez años.
Lo que ocurre es que la población de los países emergentes, que son de los más populosos, está creciendo, y también aumentan sus ingresos. Y cuando eso pasa, las personas se nutren mejor, y ahí vienen las buenas noticias para los lácteos.
El año pasado se vivió todo un hito demográfico: los habitantes urbanos sobrepasaron a los rurales en el mundo.
“La población está creciendo en 83 millones de personas al año y cada minuto nacen 267 niños. Y todo apunta a que en 2050 el total sea superior a 9 mil millones de personas. En el caso de China, la población urbana avanza sobre la rural. Lo clave es que el consumo urbano es diferente del rural, y, dentro de sus características es que se da un mayor interés por los lácteos. Hay una gran correlación entre el aumento del PIB y el consumo de lácteos. Entonces, tenemos que ver cómo anda la economía. Si hay crecimiento, seguramente será un buen momento para la lechería”, señala Nogueira. El directivo fue uno de los panelistas en el último Chilelácteo, la cita cumbre de los lecheros nacionales que organiza Fedeleche en Valdivia.
Nogueira no fue el único experto extranjero con visión positiva. En realidad, todos fueron optimistas sobre los próximos años para el sector lechero. Así lo muestran todos los índices y las tendencias de consumo. Estudios de la OCDE apuntan también al crecimiento del consumo de lácteos y derivados como el queso.
“En los próximos 10 años tendremos crecimiento fuerte del PIB en Asia, África y América Latina, que son las zonas donde hay más gente y en las que la tasa de crecimiento de la población es mayor. Eso es una muy buena noticia para la lechería. Brasil es parte de los Brics, y se estima que va a crecer a una tasa 4 a 5%, que para un país de 190 millones de personas es muy importante. Y pese a que crece mucho la producción no alcanza; lo mismo para Rusia, India y China”, recalca Nogueira.
Dado que el citado aumento de la población se dará principalmente en Asia y África, se correlacionará directamente con el consumo de lácteos.
“Esperamos que la próxima década continúe moviendo personas de las áreas rurales a las ciudades. En muchas partes de Asia y África este será un factor clave para aumentar el consumo de lácteos en el mundo”, dice Chris Phillips, experto de Dairy Australia.
En Asia, el consumo promedio de leche per cápita es de 11 litros por año, mientras que en América Latina es de 60. “Queda mucho espacio para crecer”, plantea.
Pese a lo difícil que es prever las expectativas de precio, Nogueira plantea que hay estabilidad, descartando el período de la crisis, con valores por encima de los 3.000 dólares la tonelada de leche en polvo. “Difícilmente vamos a volver a precios por debajo de los US$ 2.000″, enfatiza.
Según el presidente de Fepale, los últimos datos indican precios estables para leche en polvo del orden de US$ 4.000 hasta enero de 2012. Aun así, llama a la cordura.
“Como esto es nuevo, tenemos que mirar lo justo. Al final, lo que cuenta no son los precios, sino lo que queda en el bolsillo. Y sobre eso habrá que estar muy atentos”, sugiere.
Lo que pasa es que los mercados se han vuelto más complejos, por lo que los precios internacionales serán muy volátiles en los próximos años, en especial en los países que ajusten sus sistemas de subsidios.
“Aunque la demanda por lácteos es muy positiva, debemos ser precavidos, porque los cambios en las políticas, no sólo las tradicionales de comercialización, sino otras nuevas de carácter social como cambio climático, carbono, seguridad alimentaria, y cambios sociales en los hábitos de consumo -que afectan la producción y sustentabilidad- tienen el potencial de limitar las oportunidades de mercado o imponer desafíos para nuestras compañías y agricultores”, señala Phillips.
Políticas sociales: un impulso a la demanda
El nuevo mercado lácteo estará modulado por factores como el balance de la demanda global, el desarrollo económico global y los efectos de las economías de la Unión Europea. También los avances tecnológicos, el cambio climático y lo que hagan algunos países para mejorar la capacidad de obtener suministros básicos.
Aparte de eso, en muchos países de África y de Asia se considera a la leche como un producto de oro.
“Están preparados para pagar por productos que permitan que sus niños tengan acceso a una buena nutrición y un futuro sano. Pero esto no sólo está impulsado por los ricos de Asia. Recientemente, en India el aumento en los ingresos de los pobres se tradujo en una fuerte alza en el consumo de lácteos”, dice Phillips.
¿Quién producirá?
En los últimos años, el mapa de los productores globales también ha cambiado. Sequías, inundaciones, e incluso las bajas de precios, han afectado la producción del mundo.
Los expertos sugieren que en los próximos años un número importante de mercados y países no serán capaces de solventar su demanda interna.
“El mercado apenas cubre el 10% de la producción. Así que, en la próxima década todavía habrá mucha presión de los gobiernos sobre la producción interna, para excluir importaciones y hacer que el mercado y la comercialización sean más difíciles”, dice Phillips.
Actualmente, los suministros tradicionales vienen de Oceanía y Sudamérica y todos tienen el potencial de crecer.
“En el caso de Australia, el potencial de crecimiento va a verse afectado por el desarrollo del mercado lácteo. Puede ser pronto para hacer anuncios, pero el gobierno está trabajando políticas sobre el agua y los suelos, que tendrán gran impacto en la industria en la próxima década”, señala Phillips. Sin embargo, para él tres son los grandes productores de leche en el mundo: la Unión Europea, Estados Unidos y la India.
Detrás de lo que ocurre en la UE está el que se aleja de su sistema de subsidios.
“Se espera que en 2016-2017 las exportaciones de la UE se expandan y eso puede ayudar a la movilidad del mercado, aunque puede generar un impacto negativo durante 3 o 4 años”, dice el especialista.
La fortaleza del sistema productivo de Estados Unidos hace que tenga una rápida capacidad de respuesta ante mejores condiciones del mercado.
“Una cosa está clara en EE.UU.: muchos esperan ser actores importantes del mercado en la próxima década”, opina Phillips.
El tercer gran jugador es India, que espera expandir significativamente su producción, desde 112 millones de toneladas a casi 200 millones.
“Gran parte de su producción extra disparará el mercado y afectará los precios. La razón es que las políticas de apoyo han crecido masivamente para incrementar el consumo de leche en India, lo que está impulsando su industria y creando demanda para importar más productos”, señala Phillips.
Sin embargo, no se puede obviar el rol de Latinoamérica.
“El potencial de América Latina para producir leche tiende al infinito. Si Chile está dispuesto a duplicar la producción en 10 años, imagínese qué podremos hacer con una mejoría de la productividad en Brasil. Tenemos el producto cierto, en el lugar adecuado y somos las personas adecuadas para hacerlo. Entonces, hay que buscar muy fuertemente la competitividad, la productividad y hacer de esto nuestro deber”, dice Nogueira.
Pero, para ello, la región tiene tareas por delante, como elevar la producción de leche y de derivados.
“A veces me preguntan si Brasil va a ser exportador o importador. En los últimos tres años ha crecido a una tasa superior a 5% y no alcanza a cubrir el consumo. En algún momento va a pasar a una tasa mayor, y ahí seguramente va a generar excedentes exportables”, dice Nogueira.
China es el mayor comprador de leche, pero también tiene oportunidades como productor. En los últimos 10 años ha aumentado significativamente.
“Se han hecho progresos que se concentran en el noreste del país. La producción en 2011 podría llegar a 35,7 millones de toneladas”, señaló en su presentación Dengpan Bu, de la Academia china de Ciencias de la Agricultura.
El consumo creció, pero sigue bajo con aproximadamente 15 kg per cápita. “Muchos prefieren el producto importado por los casos de leche contaminada”, dice Dengpan Bu.
Los puntos claves
De acuerdo con el experto australiano, Chris Phillips, los puntos clave a mirar respecto del mercado son:
Volatilidad: En los últimos 18 meses, el mercado lácteo internacional se ha recuperado fuertemente del colapso de 2008-2009, pero hay riesgos de que algunos procesos sufran en la segunda parte del año.
Mercados: El impulso ha estado en el consumo en los mercados clave, como Rusia, con niveles de importación de 21% por sobre lo que obtuvo el año pasado, y de China, que este año fácilmente podría alcanzar el millón de toneladas.
Mejor ingreso: La recuperación del ingreso económico ayuda también a la estabilidad del mercado. Claramente, hay dudas sobre la velocidad de crecimiento de EE.UU., Japón y Europa en 2011 y 2012, pero las economías Bric y también el Sudeste Asiático siguen a paso firme y se espera que sea suficientemente fuerte para impulsar el crecimiento y la demanda por leche.
Precios: La situación es diferente al peak de 2007 en que se prefirieron sustitutos vegetales más baratos a los lácteos. Incluso bajó la demanda por aceite de palma, porque su producción afectaría la selva tropical y a los orangutanes.
Tipo de cambio: Tiene gran impacto este año y seguiría el próximo. La debilidad del dólar estadounidense impulsa las exportaciones de Europa y EE.UU., pero también hace que los productos sean más baratos y accesibles, lo que estimula y recupera la demanda. Eso sí, exportadores como Australia o Chile reducen su crecimiento por la apreciación de sus monedas
Fuente: Revista de campo Agromeat.com
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